Las salidas y excursiones son una de las actividades más enriquecedoras para los niños, ya que les permiten aprender fuera del aula, explorar su entorno y poner en práctica lo aprendido en un contexto real. En el Centro Infantil Panda, consideramos que el contacto con la naturaleza y la exploración de nuevos espacios son esenciales para el desarrollo integral de los pequeños, por lo que organizamos actividades que estimulen su curiosidad y fomenten su aprendizaje de manera vivencial.
El contacto con el entorno natural o con nuevos espacios urbanos permite a los niños explorar a través de los sentidos. Observar diferentes colores, sentir distintas texturas y escuchar sonidos de la naturaleza o del entorno urbano les ayuda a comprender mejor el mundo que los rodea.
Durante nuestro proyecto de Van Gogh, por ejemplo, los niños pudieron explorar los colores y las texturas de diferentes materiales, experimentando con la pintura y aprendiendo a percibir el arte desde una perspectiva sensorial. Estas actividades fuera del aula refuerzan el aprendizaje y despiertan el interés por descubrir cosas nuevas.
Las excursiones permiten que los niños interactúen entre sí en un entorno distinto, favoreciendo la cooperación, la comunicación y el respeto por los demás. Al compartir experiencias, como juegos al aire libre o la exploración de un parque, los niños aprenden a coordinarse, a esperar su turno y a disfrutar de las actividades en grupo.
En nuestra salida de Carnaval, por ejemplo, los niños tuvieron la oportunidad de compartir momentos de diversión mientras desfilaban con sus disfraces y participaban en actividades colectivas, reforzando así su sentido de pertenencia y trabajo en equipo.
Salir del aula y explorar nuevos entornos permite a los niños enfrentarse a pequeñas decisiones y situaciones que fortalecen su autonomía. Elegir dónde sentarse en un parque, recoger hojas para una manualidad o seguir una ruta marcada en una excursión les ayuda a sentirse más seguros de sus propias decisiones.
En el taller de ajedrez, por ejemplo, los niños aprendieron a tomar decisiones estratégicas en el juego, fomentando su capacidad de análisis y su autonomía en la toma de decisiones. De manera similar, las excursiones les enseñan a desenvolverse en nuevos espacios y a confiar en sus habilidades.
Las salidas al aire libre ofrecen un escenario perfecto para que los niños creen sus propias historias y juegos, estimulando su imaginación. Un simple paseo por un parque puede convertirse en una gran aventura si se les anima a observar el entorno con ojos curiosos.
Durante nuestras actividades de experimentación en el primer ciclo, los niños tuvieron la oportunidad de interactuar con distintos elementos naturales, descubriendo cómo funciona el mundo a través de la observación y la exploración.
El movimiento es esencial en la infancia, y las excursiones brindan la oportunidad de correr, saltar y explorar sin las limitaciones del aula. Esto no solo favorece su desarrollo motor, sino que también libera tensiones y mejora su bienestar emocional.
En nuestro taller de invierno, los niños participaron en actividades artísticas que requerían diferentes movimientos y técnicas, lo que reforzó su coordinación y expresión corporal. Del mismo modo, las salidas permiten que los niños utilicen su cuerpo para explorar el mundo, mejorando su equilibrio y resistencia.